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>> Actividades de transmisión

Relecturas de la certeza en las psicosis

Docente: Ignacio Neffen.
- Clase abierta online.
- Organiza Lacan Big Data.
- Cursado sincrónico y asincrónico (clases grabadas).
- Estado: abierto (Clase grabada)

 

Las demandas de análisis

Docente: Ignacio Neffen.
- Clase abierta online.
- Organiza Lacan Big Data.
- Cursado sincrónico y asincrónico (clases grabadas).
- Estado: abierto (Clase grabada)

 

Las psicosis más allá del déficit

Docente: Ignacio Neffen.
- Curso online.
- Organiza Lacan Big Data.
- Cursado sincrónico y asincrónico (clases grabadas).
- Estado: inscripción abierta.
- Más información: lacanbigdata@gmail.com

 

Fundamentación

Cuando se trata de las psicosis, a pesar de las profundas diferencias en las concepciones teóricas, los clínicos suelen coincidir en la noción de déficit como resorte causal de la estructura. Bajo una monotonía aplastante, unos y otros hacen sus esfuerzos especulativos para situar el susodicho déficit aquí o allá. Cuando Jacques Lacan se dirige a un grupo de psiquiatras en formación, afirma que solo basta tener una “pequeña idea” para separarnos del loco. Dicho de otro modo, las elucubraciones teóricas legitiman la disimetría en la cual se funda toda nosografía. Aunque alude allí a la teoría del órgano-dinamismo de su colega Henri Ey, su propia concepción de la forclusión del significante del Nombre-del-Padre no escapa a esta misma lógica.
Así, tal como un naturalista curioso, el clínico examina a su paciente como si fuese un extraño coleóptero atrapado entre alfileres. Como sabe de antemano qué debe encontrar —según un célebre aforismo: “no me buscarías si no me hubieras encontrado ya”—, entonces, en un forzamiento clásico que invierte los términos de la ecuación, el caso parece confirmar a la teoría. Por supuesto, si la condición deficitaria es una clave de lectura que funciona como un denominador común, es porque existen argumentos. Sin embargo, lo que aquí se busca discutir es la amplificación del déficit, incluso su desproporción a la hora de pensar la estructura.
En ocasiones las cosas llegan a extremarse y las conclusiones absurdas se imponen con naturalidad. Por ejemplo, un autor escribe: “Todo el circuito asociativo-simbólico lingüístico del paciente y, por las características mismas del proceso psicótico, se encuentra repudiado o elidido”. No es lo mismo afirmar que lo simbólico está elidido sin más, que preguntarse por la especificidad de su funcionamiento en ausencia del Nombre-del-Padre. Otro autor asume que su paciente esquizofrénico tendrá por delante un “drama que va a durar tal vez toda una vida, una vida de mártir”, sin necesidad de distinguir entre períodos de crisis y estabilización, dando por sentado un destino que la clínica misma refuta. Un tercero afirma con decisión: “Una psicosis es algo que se desencadena en un momento, ocurre en un tiempo determinado”. No obstante, si nos servimos de las categorías de la lógica, el desencadenamiento puede pensarse como contingente antes que necesario. ¿Acaso no es esta fascinación por la fenomenología de las descompensaciones psicóticas la que lleva a tomar la parte por el todo o la excepción por la regla?
En tanto la psicosis es un modo de funcionamiento subjetivo coherente y organizado, y no una disarmonía vital de carácter mórbido, invitamos a problematizar la noción de déficit que se le atribuye desde hace demasiado tiempo. Se trata esta vez de argumentar por qué merece, si no ser descartada, al menos revisada.

• Texto introductorio: Los "trastornos mentales" y sus inconsistencias (El Litoral).

Entradas y no entradas en análisis

Docente: Ignacio Neffen.
- Curso online.
- Organiza: Colegio de Psicólogas y Psicólogos de la Provincia de Santa Fe - 2ª Circunscripción. Delegación Constitución.
- Cursado sincrónico y asincrónico (clases grabadas).
- Estado: abierto (Clase 1) (Clase 2).

 

Fundamentación

Existen muchas coyunturas que hacen de obstáculo lógico a una entrada en análisis, desde el dinamismo propio de la estructura clínica, también la relación singular con el saber inconsciente, incluso las formas que admite la demanda de análisis, entre otras. Mientras la transferencia se sostenga, el paso siguiente es preguntarse qué horizontes son pensables para las Entrevistas Preliminares además de la entrada en análisis, siempre y cuando el analista pueda soportar otros usos de la experiencia analítica.

 

las estructuras clínicas en psicoanálisis

De la psicopatología a los modos de funcionamiento subjetivo

Docente responsable: Ignacio Neffen.
Docente invitada: Julia Kozol.

- Curso presencial.
- Universidad Católica de Santa Fe.
- Actividad de extensión de la cátedra de Psicología jurídica y forense (UCSF).
- Invita AUTONOMIE.
- Estado: finalizado.

 

Fundamentación

El diagnóstico en salud mental no es igual a una decodificación de lo real, por ello mismo la nosografía cambia conforme mutan las variables simbólicas de la época. No obstante, son ficciones hipotéticas necesarias en tanto nos permiten operar en la práctica clínica. La psicopatología contemporánea se ha desentendido de sus grandes maestros, reduciendo la riqueza de su tradición clínica a consideraciones puramente fenomenológicas, cuyo horizonte ideal es un diagnóstico automático que prescinde de la figura del clínico.

En la praxis psicoanalítica, en cambio, contamos con la noción de estructura clínica, es decir, un modo de funcionamiento subjetivo organizado, coherente y estable, por ende, superador del clásico binomio normalidad-patología. El sintagma “modo de funcionamiento subjetivo” no rechaza las diferencias en las posiciones subjetivas, ni introduce allí juicio de valor alguno. Invita, además, a interesarse por la lógica que sostiene cada mundo en su singularidad, para alentar lo que sí funciona en un sujeto en su modo de hacer con la existencia y desalentar aquello que no. Allí radica la diferencia entre un proceso de reeducación o normalización del sujeto para adecuarlo a la sensibilidad de la época, y una pragmática que busca propiciar arreglos menos sufrientes en la existencia. Tal como se deduce, la propuesta del curso no se limita a aspectos teóricos, sino a transmitir la ética inherente a la clínica psicoanalítica contemporánea.

 

Un analizante no es un paciente

Posiciones subjetivas en la experiencia analítica

Docente: Ignacio Neffen.
- Curso online.
- Organiza Lacan Big Data.
- Cursado asincrónico (clases grabadas).
- Estado: inscripción abierta.
- Más información: lacanbigdata@gmail.com

 

Fundamentación

           
Si el analizante no es un paciente, ¿cómo delimitar entonces aquel umbral cuyo franqueamiento constata la existencia de un sujeto en posición de analizante? Si se trata de una posición y no de una trasmutación del ser, es porque el término analizante no supone el acceso a un estado ideal o idealizado ni un privilegio en sí mismo, sino simplemente una relación epistémica donde un deseo se anuda a la producción del saber inconsciente.
A propósito, en uno de sus Escritos Lacan escribe: “El psicoanálisis consiste en el mantenimiento de una situación convenida entre dos partenaires que se asumen en ella como el psicoanalizante y el psicoanalista” (1967, p. 267). De la cita se extrae que la posición de analizante ha de asumirse y, a su vez, mantenerse. Dicho en otras palabras, que el deseo que anima al analizante no habría por qué suponerlo decidido ad infinitum, o lo que es lo mismo, que todo deseo admite vacilaciones.
Algunos años después también explica que es en las entrevistas preliminares donde el analista mide y valora (mesurer, cf. 1971, p. 58) antes de consentir, según sea el caso, la prosecución del análisis mismo. ¿Qué mide o valora allí en ese tiempo y espacio? ¿Se trata acaso de la hipótesis diagnóstica? ¿La distancia entre el motivo de consulta inicial, la demanda inconsciente y la demanda de análisis propiamente dicha? ¿La presencia o ausencia de rectificación subjetiva y la puesta en forma del síntoma analítico? ¿El lugar de la enunciación o la posición subjetiva? ¿La instalación de la transferencia y el Sujeto supuesto Saber o incluso la relación del sujeto con la producción de un saber sobre la causa de su malestar? En suma, todos ellos elementos constitutivos e indispensables, pero insuficientes para dar cuenta de la complejidad del lapso inherente a las entrevistas preliminares.

El cuerpo y las regulaciones sociales

Lecturas psicoanalíticas de la hipermodernidad

Docentes: Jorge Malachevsky, Ignacio Neffen.
- Curso de Posgrado.
- Facultad de Humanidades y Ciencias (UNL).
- Estado: finalizado.

 

Fundamentación

En la década del ´70 Jacques Lacan afirma que no somos un cuerpo, sino que tenemos uno. Por tanto, es tarea de todo ser hablante ligarse de alguna manera singular a su corporeidad. A su vez, un cuerpo es regulado por distintos órdenes. Hablar de la regulación de los cuerpos es hablar en principio de cómo la ley o la norma tocan sus modos de satisfacción. Inclusive, de cuerpos que gozan por fuera de las regulaciones, o de regulaciones que los hacen gozar sin ley. También, hablar de esas regulaciones lleva a indagar sobre cómo son interpelados los cuerpos por los imaginarios sociales, más aún, por los empujes pulsionales que cada época destaca. La teoría y la clínica psicoanalítica están atentas a los destinos de los cuerpos atados a ciertos regímenes o desatados de ellos, y particularmente, a las invenciones y recursos singulares que muestran cómo cada sujeto se anuda a su propio cuerpo. Es decir, los modos de subjetivación ocupan el centro de las preocupaciones del psicoanálisis, siendo el síntoma la medida de los anudamientos de los cuerpos a esas formas de regulación. Los cuerpos hablan y lo hacen a través de sus síntomas. Sabemos que los síntomas se corporizan y hasta cierto punto pueden ser descifrados. También, que ciertos desciframientos conllevan la desaparición de los síntomas, su atenuación o la posibilidad de alcanzar un saber hacer con ellos. Ahora, qué ocurre -y esto no es que no haya ocurrido antes, sino que en la actualidad se ha generalizado- cuando se revelan modos de corporización de los síntomas que escapan al desciframiento del inconsciente. Esto es, qué ocurre cuando los cuerpos se vuelven reacios a desprenderse de aquello mismo que les insufla sufrimiento. La clínica psicoanalítica actualmente muestra al respecto, o que los cuerpos han enmudecido -han sido silenciados- o que siguen hablando, aunque su lenguaje no procura producir mensaje alguno. Es decir, el padecimiento enlazado a ciertos modos de satisfacción se resiste a ser tratado por las palabras. Hablar de la regulación de los cuerpos a su vez, es hablar de las distintas maneras en que éstos se incorporan sintomáticamente a la civilización. Tres son las coordenadas en relación a las cuáles nos interesa problematizar la relación entre los cuerpos y los regímenes que hoy los contienen: la fragilidad de lo simbólico, la regulación por el espectáculo y el empuje al goce. Conjugadas estas coordenadas, caracterizarían la manera en que la civilización actual ejecuta su papel. Interrogaremos por lo tanto esas coordenadas, desplegándolas en tres ejes: la regulación de los cuerpos articulada al funcionamiento del mercado, a los avances en las tecno-ciencias y a la política (Eje 1), los cuerpos y el régimen de las apariencias (Eje 2) y finalmente, los cuerpos y las modalidades de constitución o de padecimiento subjetivos develados hoy en la clínica psicoanalítica (Eje 3).

Introducción a la epistemología lacaniana

Más allá de la proliferación de sentido

Docente: Ignacio Neffen.
- Curso virtual.
- Organiza Autonomie.
- Estado: finalizado.

 

Fundamentación

Así como toda intervención del analista está orientada por la ética del discurso analítico, igualmente puede afirmarse que nada se articula allí por fuera de una concepción epistemológica, es decir, un modo singular de producción y legitimación del saber. Asimismo, una clave de lectura que atraviesa la enseñanza de Jacques Lacan (1901-1981) es el interés por la transmisión del psicoanálisis. ¿Por qué en la década de 1970 llega a indicar que el “asunto es obtener el modelo de la formalización matemática”? Advertido del problema de la proliferación de sentido y la comprensión intuitiva e imaginaria de los conceptos, su respuesta fue inventar dispositivos de transmisión del psicoanálisis cuyo uso se limita a una serie finita de relaciones. Tómese como ejemplo el aparato de los cuatro discursos, entre otros posibles. He aquí una estructura que, tal como una regla de tres simple, distribuye un álgebra, lugares y operaciones. Nuestro interés no se dirige a explicar las formas de regulación del lazo social, la teoría de los discursos en sí, buscamos en cambio analizar el mecanismo escogido para su formalización y transmisión. En pocas palabras, la estrategia epistémica. Lo importante en esta ocasión es aquella necesidad que lleva a Lacan a incursionar en el campo de la lógica matemática, a saber, acotar la proliferación de sentido (polisemia) y regular el uso de los conceptos (formalización). Ahora bien, después de más de medio siglo, ¿cuál es finalmente el alcance de los grafos, esquemas, superficies, matemas, fórmulas y nudos? ¿Son una simple traducción de lo ya sabido a un lenguaje pseudo lógico matemático, o su estructura de lugares, símbolos, vectores y cuerdas permite articular algo nuevo e imposible de expresar de otra manera? ¿Acaso dichos artilugios cumplen su propósito, es decir, limitar la inercia de sentido que comprende y malentiende cada vez? En efecto, la epistemología como campo disciplinar supone también una pregunta sobre cómo se transmite, más allá de aquello que se busca transmitir.

Tal como puede advertirse, a diferencia de la orientación clínica de los cursos 2018 y 2019, en un caso el diagnóstico diferencial en el grupo de las psicosis y en el otro el lapso de las entrevistas preliminares, este año invitamos desde el área de capacitación de Autonomie a un trabajo de elucidación de la epistemología lacaniana. Desde aquella primera intervención del signo lingüístico saussureano hasta las fórmulas de la sexuación y los nudos. Se trata en esta oportunidad de circunscribir y explicitar las estrategias, invenciones y hallazgos, como así también los impasses, los límites intrínsecos y los problemas pendientes.

 

Las entrevistas preliminares en psicoanálisis

Consideraciones sobre el inicio de la partida

Docente: Ignacio Neffen.
Colaborador docente: Luciano Simón.
- Curso presencial.
- Foro Cultural Universitario (UNL).
- Estado: finalizado.

 

Fundamentación

El sintagma entrevistas preliminares se extrae de la obra del psicoanalista francés Jacques Lacan (1901-1981). Puede afirmarse que es una denominación que no cuenta con la consistencia de un concepto en el interior de su enseñanza, en tanto sólo se constatan dos breves alusiones a la altura del Seminario 19 “O peor” (1971-72). Sin embargo, entrevistas preliminares es un significante de uso común entre los practicantes de psicoanálisis hoy en día, aunque ello no implica que exista consenso sobre su estructura y significación en la dirección de la cura. Como su nombre lo indica, las entrevistas preliminares anteceden al análisis propiamente dicho, sin por ello excluirse del dispositivo analítico en sí y su ética sin par. La entrada en análisis, otro sintagma no desplegado por el mismo Lacan en su tiempo, precipita el pasaje entre un momento y otro de la experiencia analítica. Por tanto, se impone una pregunta, ¿a qué responde la opacidad de ambos términos en íntima relación y contigüidad, a saber, entrevistas preliminares y entrada en análisis?
                Existen definiciones que se destacan por su simpleza: “Un tiempo particular que va desde que el sujeto se encuentra con un analista por primera vez hasta el momento en que comienza el análisis” (Cottet, S. 1984). De un modo más específico se afirma que es el tiempo necesario para que un paciente devenga un analizante. Ahora bien, ¿cómo delimitar ese umbral cuyo franqueamiento da por resultado un analizante? Más aún cuando el psicoanálisis rechaza los protocolos estandarizados —tan apreciados en medicina y la psicología adicta al cientificismo— y se aleja también de los postulados de un saber técnico, impuesto bajo la lógica del “para todos”, que busca eludir la responsabilidad de quien dirige no un paciente sino una cura. J.-A. Miller (1998) indica que el analista puede orientarse en ese terreno a partir de los principios inherentes al discurso psicoanalítico y su forma de lazo sin precedentes. Principios generales cuya aplicación particular, renovada cada vez en la singularidad del caso por caso, recae sobre el analista y la responsabilidad solitaria de su acto en tanto apuesta sin garantías.
                Al respecto, en su seminario Lacan explica a su auditorio: “Medir lo que se hace cuando se entra en un psicoanálisis, es algo que tiene precisamente su importancia, pero en todo caso, en cuanto a mí, que se indica en el hecho de que yo procedo siempre a numerosas entrevistas preliminares” (1971). De la cita que antecede se extrae un término, medir. Si se asume que es el analista quien mide, ¿qué mide allí en ese tiempo y espacio? ¿Se trata acaso de la hipótesis diagnóstica, el tipo de demanda de análisis, la presencia o ausencia de rectificación subjetiva, la puesta en forma del síntoma analítico, el lugar de la enunciación o la posición subjetiva, la instalación de la transferencia (SsS) o incluso la relación del sujeto con la producción de un saber sobre la causa de su malestar? En suma, todos ellos elementos constitutivos e indispensables, pero no suficientes para dar cuenta de la complejidad del lapso inherente a las entrevistas preliminares.

               

La propuesta del presente Curso busca interrogar un concepto tan esencial a la práctica del psicoanálisis como también, al mismo tiempo, poco explorado en su especificidad. Lejos de ser un esfuerzo puramente conceptual, lejos de reducirse a una depuración de la llamada “técnica”, lejos de inmovilizarse en la rigidez de un “encuadre”, nuestra interrogación alude más al corazón mismo de la ética psicoanalítica en su distancia irreductible con las múltiples ofertas de las psicoterapias contemporáneas, las burocracias sanitarias y los ideales del campo de la salud mental.

 

LAS PSICOSIS

Contribuciones psicoanalíticas para su diagnóstico diferencial

Docente: Ignacio Neffen.
Colaborador docente: Luciano Simón.
- Curso presencial.
- Colegio de Psicólogos de Santa Fe.
- Estado: finalizado.

 

Fundamentación

Existe consenso en afirmar que el diagnóstico diferencial constituye uno de los problemas clínicos más importantes en la práctica de los profesionales en el campo de la salud mental. La fenomenología de las psicosis desencadenadas, la psicosis clínica, ha sido descripta con detalle gracias a la fineza de la mirada psiquiátrica clásica. En un sentido amplio, los delirios, las alucinaciones, los trastornos del pensamiento y del lenguaje, las alteraciones en la psicomotricidad y la sensopercepción son los signos que retuvieron el interés de los clínicos. Por el contrario, las psicosis no desencadenadas representan un problema específico y nuevo a partir de las contribuciones teóricas del psicoanalista francés Jacques Lacan. A diferencia de una coyuntura de desencadenamiento, en las psicosis no desencadenadas los índices de la forclusión del Nombre-del-Padre, tanto en el registro simbólico (Po) como en el imaginario (Φo), presentan un carácter discreto. Por consiguiente, el diagnóstico diferencial durante las entrevistas preliminares —lapso temporal que no se reduce a una hipótesis diagnóstica, pero la incluye forzosamente— se sostiene en el discernimiento de fenómenos elementales sutiles en contraposición a la psicosis desencadenada. Recibimos en los consultorios demandas de sujetos en los cuales no existen antecedentes psiquiátricos, ni delirios, alucinaciones o trastornos de lenguaje, signos frecuentemente asociados con el desencadenamiento de las psicosis y, sin embargo, en términos de estructura clínica, pueden incluirse conceptualmente en el vasto grupo de las psicosis. No nos lanzamos a la distinción de las neurosis y las psicosis buscando simples satisfacciones de nosógrafo, refería Lacan en el tercer año de su seminario. En efecto, en lo que atañe a la distinción de estructura clínica, nuestro interés no descansa allí en un afán clasificatorio en sí mismo, por el contrario, la posición del psicoanalista en la transferencia y en la dirección de la cura está supeditada al diagnóstico de estructura. Así, concierne más a una cuestión ética antes que técnica. El presente curso recoge y busca transmitir los aportes conceptuales más significativos de la psiquiatría clásica y el psicoanálisis contemporáneo en lo que al diagnóstico diferencial se refiere.